Tengo etapas en las que debería ser René Descartes y utilizar su método. Duda de todo, para racionalmente saber qué es verdad. He tenido dudas. Hace poco, me encontré con una ex compañera de trabajo, Isa. Esta chica, era casi, una amiga. Digo casi, porque pasamos muchas cosas juntos y cuando lo pasas mal con alguien, te unes. Además teníamos una sintonía especial y las malas lenguas decían que algo más habría entre nosotros. Sinceramente, después de encontrarme con Isa, lo hubiera deseado. Es una belleza, un bombón. Pero para mi gusto. No es la chica que los hombres se vuelven para mirarla al pasar. Pero tiene esa mirada, ese cuerpo que a mi tanto me atrae. Me sinceré de muchas cosas con ella, tomándonos un café, cosas que os contaré, cosas que no había contado a nadie. Ella hizo lo mismo, me desveló secretos que ni imaginaba y llegamos a tener durante unos momentos, una complicidad absoluta. Lo tengo claro, si no tuviera pareja, otro gallo hubiera cantado.
Isa, quiere quedar a tomar café otra vez. La cosa se ha calmado mucho, ha pasado un mes. Sé que voy a ir, sé que no va a pasar nada porque yo no quiero. Sé que ella quiere que pase. No me mal interpretéis, no soy para nada feo y he tenido un éxito relativo en lo que a mi vida sentimental se refiere. He estado con las chicas que he querido y para mi, ha sido suficiente. Por eso, porque sé que ella quiere que pase, me asaltaran dudas posteriormente a nuestro encuentro. ¿ He hecho bien? Ahora mismo estoy absolutamente seguro. Después os contaré.
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